Las fuentes técnicas y estratégicas principales desde las cuales el maestro fundador Morihei Ueshiba (llamado O-sensei) desarrolló el Aikido fueron algunas de las artes marciales del guerrero medieval japonés o samurai, como:
- Daitō Ryū Aiki Jujutsu (luxaciones, inmovilizaciones y proyecciones con base en los estilos de esgrima)
- Itto Ryū Kenjutsu (directo antecesor del kendo moderno)
- Yagyu Ryū Kenjutsu (esgrima con sable).
Además recibe influencias del manejo de lanza sojutsu, estilo Hōzōin-ryū arte que Ueshiba también practicó.
El maestro Morihei Ueshiba concluyó que el verdadero espíritu de las artes marciales no debe centrarse en el combate o la competencia deportiva, sino en la búsqueda de la perfección física y mental del ser humano, a través del entrenamiento y la práctica continuada.
Filosóficamente, se basa en parte en las enseñanzas del O-moto (‘gran origen’), una secta neoshintoísta propagada a finales del siglo XIX por una mujer de nombre Nao Deguchi y propagada a comienzos del siglo XX por Onisaburo Deguchi, la cual tuvo una influencia importante en el pensamiento de Ueshiba desde el año 1919.
Basándose en la enseñanza de su creador, el Aikido en general, aunque no en todos sus estilos, rechaza convertirse en un deporte competitivo.
LOS CINCO PRINCIPIOS DEL AIKIDO
En las propias palabras de O-Sensei, definiendo los «Cinco Principios del Aikido» que estructuran su «núcleo», se aprecia la profunda espiritualidad de su pensamiento: